Transformar un cuerpo humano en tierra en tan solo 40 días dejó de ser ciencia ficción gracias a la Reerdigung. Este método pionero no solo ofrece una alternativa sostenible y ética a las prácticas tradicionales como la cremación o el entierro, sino que también reduce significativamente el impacto ambiental, marcando un cambio en la forma en que la humanidad enfrenta el final de la vida.
Inspiración detrás de la Reerdigung
El concepto surgió como respuesta a dos motivaciones personales de Pablo Metz, economista y creador de la idea. Por un lado, sus hijos le pedían actuar contra el cambio climático, y, por otro, su abuela deseaba una alternativa más natural al entierro convencional. “¿Cómo podemos retornar a la naturaleza de manera más eficiente y ecológica?”, se preguntó Metz, y así nació esta innovadora práctica.
Cómo funciona el proceso
La Reerdigung se lleva a cabo en un entorno controlado que imita los ciclos naturales de descomposición. El cuerpo se coloca en un lecho compuesto por trébol, lupino y paja dentro de un “kokon” que regula el flujo de aire. Durante 40 días, microorganismos descomponen el cuerpo a una temperatura constante de 70 °C, asegurando un proceso higiénico y eficiente. Al finalizar, queda una mezcla de tierra rica en nutrientes y huesos pulverizados, lista para integrarse al compost.
Beneficios frente a métodos tradicionales
- Impacto ambiental reducido: Este método no requiere combustibles fósiles ni químicos asociados al tratamiento de ataúdes.
- Conversión rápida: Mientras que un entierro puede tomar décadas, la Reerdigung lo hace en 40 días.
- Tierra segura: Estudios del Instituto de Medicina Legal de Leipzig confirman que el resultado es seguro y libre de tejidos blandos.
Más que un método ecológico: consuelo para los dolientes
Además de su impacto ambiental, la Reerdigung ofrece un cierre simbólico y reconfortante para los familiares. Según Pablo Metz, “ver y tocar la tierra resultante puede ser un acto profundamente liberador.” Los dolientes encuentran consuelo al saber que sus seres queridos contribuyen al crecimiento de nuevas plantas y a la regeneración del planeta.
Retos y perspectivas
Aunque la Reerdigung ya se practica en estados alemanes como Schleswig-Holstein y Hamburgo, enfrenta desafíos legales y culturales en otras regiones. Metz y su equipo trabajan para superar estas barreras, impulsados por la creciente aceptación pública y el interés internacional, especialmente tras la publicación de estudios científicos en revistas especializadas.
Una solución ética y sostenible
En un mundo que busca reducir su impacto ambiental, la Reerdigung combina ciencia, ética y sostenibilidad. Este método no solo promueve un regreso simbólico a la Tierra, sino que también posiciona a la humanidad como un actor responsable frente a los desafíos ambientales. Como dice Metz, “al final de nuestras vidas, podemos devolver a la Tierra lo que nos ha dado.
Prensa Grupo Rosete
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