Especial. – El Vicariato Apostólico de Tucupita conmemora los 100 años de la llegada de los Hermanos Menores Capuchinos a Araguaimujo, un hecho histórico que marcó el desarrollo cultural y educativo en el Delta del Orinoco.
Un siglo de historia y fe en el Delta del Orinoco
El 19 de marzo de 1925, un grupo de misioneros capuchinos se internó en el río Orinoco con la intención de fundar una misión que sirviera como centro de evangelización para las comunidades indígenas del Delta del Orinoco. Así nació la Misión de Araguaimujo, un espacio donde se impulsó la fe, la educación y el desarrollo social.
La Misión de Araguaimujo y su impacto en la comunidad
Durante el siglo pasado, la Misión de Araguaimujo no solo difundió la fe católica, sino que también estableció un internado para la formación académica y técnica de los indígenas. Se enseñó a leer, escribir y cultivar la tierra, sentando las bases para el crecimiento de lo que hoy es una comunidad desarrollada y pujante.
“Esta misión representó el inicio de una transformación significativa en la vida de muchas personas. Hace 100 años, aquí se sembró la fe y la educación como pilares fundamentales”, destacó un representante del Vicariato Apostólico de Tucupita.
Celebraciones por los 100 años de la misión
Las festividades comenzaron en 2024 y culminarán el próximo 19 de marzo de 2025, fecha en la que se conmemora oficialmente el centenario de la fundación de la Misión de Araguaimujo. La comunidad local y visitantes se reunirán para celebrar la historia y el legado de los Misioneros Capuchinos.
El evento incluirá actividades religiosas, culturales y educativas, con la participación de representantes del Vicariato Apostólico, líderes comunitarios y miembros de la Iglesia Católica.
Un reconocimiento a la labor de evangelización
Cementerios Grupo Rosete C.A. se une a esta conmemoración y felicita al Vicariato Apostólico de Tucupita por su incansable labor en la evangelización y educación de las comunidades indígenas. “Celebramos con admiración estos 100 años de historia, fe y desarrollo, reconociendo el compromiso de quienes han dedicado su vida a esta misión”, expresó Cecilio Rosete, CEO del grupo.
Un legado que perdura
Hoy, la comunidad de Araguaimujo es testimonio vivo del impacto que la Misión ha tenido en la región. La fe, la educación y el progreso siguen siendo parte del legado que los Misioneros Capuchinos dejaron hace un siglo. La celebración del centenario reafirma el compromiso de continuar con esta obra de amor y servicio.
Prensa Grupo Rosete
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