Especial. – El 28 de diciembre se conmemora el Día de los Santos Inocentes, una fecha que recuerda el sacrificio de niños en tiempos del rey Herodes. Este evento, narrado en la Biblia, sigue vigente como una tradición de reflexión, memoria y, en algunos contextos, de humor.
Historia y significado original
El origen del Día de los Santos Inocentes se encuentra en el Evangelio de Mateo. Según la tradición, Herodes ordenó la muerte de los niños menores de dos años en Belén, buscando eliminar al recién nacido Jesús. Este hecho convirtió a estos niños en mártires.
“Es un día que combina elementos históricos y religiosos profundos, recordándonos el valor de la vida y la inocencia”, explicó el historiador Miguel García.
Perspectiva contemporánea
En la actualidad, esta fecha se asocia también con bromas inofensivas en países como España y Venezuela, reflejando un enfoque menos solemne y más cultural. Sin embargo, la raíz histórica y religiosa no pierde relevancia.
“La evolución de esta celebración permite mantener viva la memoria mientras se adapta a las costumbres de cada región”, destacó la antropóloga Ana Pérez.
La tradición del Día de los Santos Inocentes ha influido en las celebraciones de la Iglesia Católica y en las costumbres populares de muchas comunidades. Su dualidad como evento religioso y cultural lo convierte en un fenómeno único.
El Día de los Santos Inocentes continúa siendo una fecha para reflexionar sobre la historia, honrar la memoria de los mártires y mantener vivas las tradiciones. Cada 28 de diciembre nos invita a mirar al pasado mientras adaptamos su significado al presente.