Especial.- En la Caracas del siglo XIX, existió un cementerio hoy desaparecido que albergó los restos de próceres y ciudadanos afectados por pestes. Su historia, casi olvidada, revela el constante desdén hacia la memoria urbana de la capital.
Un camposanto para los tiempos de peste
En 1856 fue inaugurado el Cementerio de los Hijos de Dios, cerca de La Pastora, para recibir a las víctimas de una epidemia. Fue diseñado por el ingeniero Olegario Meneses y bendecido por el arzobispo de Caracas.
El lugar funcionó como camposanto por pocas décadas. En 1877 fue cerrado tras la apertura del Cementerio General del Sur, símbolo del proyecto modernizador de Guzmán Blanco.
Tumbas ilustres y abandono progresivo
Entre sus inquilinos figuraron nombres como el general José de Austria, el periodista Juan Vicente González y el doctor Tomás Aguerrevere. También fueron enterrados miembros del linaje del Marqués del Toro.
Durante un corto periodo entre 1877 y 1878, el presidente Linares Alcántara reabrió el cementerio. Luego cayó en el olvido. Fotografías y pinturas de la época revelan su lúgubre belleza, inspiración de artistas del siglo XIX.
Relatos familiares y memoria viva
El escritor Manuel Pulido Azpúrua recoge un testimonio familiar que ilustra su estado: una niña vio entre las tumbas abiertas el cuerpo de una mujer con largo cabello, aún visible sobre el cráneo.
“Era un lugar hermoso, pero en muy mal estado”, recuerda su madre, que visitó el sitio en los años cuarenta.
Una modernización que arrasó con la historia
Durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, el cementerio fue demolido para construir viviendas. En 1951, se pidió a los deudos trasladar los restos. Los cuerpos sin reclamación fueron enviados a osarios.
La periodista Carmen Clemente Travieso advirtió en 1948 que su desaparición era inminente, y lamentó la pérdida de un patrimonio que podría haberse conservado como monumento histórico.
Una historia que resiste el olvido
En el lugar se erige hoy un conjunto de edificios llamado Los Hijos de Dios. Sus habitantes desconocen que caminan sobre la historia. Aún se encuentran fotos y relatos que permiten reconstruir la memoria de este cementerio desaparecido.

Edificios llamado Los Hijos de Dios
FUENTE: Texto original de Manuel Pulido Azpúrua. Referencias de Carmen Clemente Travieso en El Heraldo, 30 de abril de 1948.
Prensa Grupo Rosete
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Durante casi un siglo, este cementerio acogió a figuras ilustres y víctimas de epidemias en Caracas. Hoy, sus rastros se pierden entre bloques obreros.